El hotel se encuentra bien situado, en la zona financiera y hay 2 paradas de metro a unos 5 min andando.
El hotel en sí está bien, la habitación de un tamaño normal para una pareja con una cama extragrande y cómoda. Dispone de una mini cocina sin placa de cocción,con micro, fregadero, armarios, lavavajillas, mini frigo y vajilla justita para 2 personas. Armario empotrado con tabla y plancha. El baño tiene una ducha con alcachofa fija y buen flujo de agua con buena temperatura regulable.También hay aire acondicionado, que el personal de limpieza nos dejaba todos los días puesto a 18 grados, parecía el polo norte, suponemos que sería para ventilar porque no abren las ventanas.
La habitación supuestamente nos la iban a limpiar a días alternos y como algo excepcional, pero muchos de esos días sólo nos hacían la cama, retiraban basura y cambiaban toallas, se notaba que no limpiaban.En el baño hay secador y productos de higiene, aunque a veces se olvidan de reponer, pero en recepción intentan solucionarlo.El wifi no iba bien, lento y con problemas.
Respecto al desayuno, en los 12 días que hemos estado alojados no ha cambiado absolutamente nada. Se agotó el té negro y no tenían para reponer. No hay pan, ni embutido, siempre los mismos yogures, manzana y plátano de fruta y bollería grasienta y de mala calidad.
La foto del desayuno ni se parece a la realidad. El menaje es totalmente desechable, hasta los cubiertos que no sirven ni para untar mantequilla.Hotel calidad-precio CARISIMO.