Es impresionante el cambio ocurrido en término de 30 años. Yo visité San Cristóbal de las Casas por vez primera, en el año de 1978. Ya era un enclave importante en la sierra chiapaneca, por su atracción socio-étnica en la región, y además un centro de encuentro clave para Los Altos de Chiapas; su pluralidad étnico-cultural era apabullante, su organización social de alto impacto; su vocación de cambio detonó una nueva realidad socio-política para México entero; y dió un campanazo sobre el tema de la globalización. El EZLN no se entiende sin su Historia anterior. Hoy, es un centro internacional, una vitrina para el mundo... Un espejo humeante, Tezcaltlipoca o Quetzalcoatl. Todavía no atino a entender e interpretar la mutación socio-cultural que ocurrió allí. Sus cafés tradicionales hoy tienen aroma europeo, es un escaparate mundial, pero ya no atino a ver su rostro indígena que está allí, pero no se ve allí. No dudo que ese rostro está en los parajes lodosos de su montaña; pero ya no está allí en la ciudad que fuera de los Tzeltales, Tzotziles, Tojolabales, Lacandones, Choles y Chamulas. Quizá la tumba de Tatic Samuel Ruiz, nos lleve a descubrir el rostro que está ahora embozado. Lugar y tierra de lo maravilloso-societal y etno-histórico. K'hermano Mayuk-Paco-Yajalón, 1978.