El hotel es espectacular, y como sólo tiene 9 habitaciones, es privado y tranquilo. Pero, todas las playas y áreas cercanas no están bien cuidadas y todos los vendedores no dejan de molestar e intentar vender cosas a los turistas.
La comida del hotel es muy buena, pero por alguna razón los meseros SIEMPRE se equivocan con la orden (se les olvida un comentario, o traen un plato diferente) y el servicio es muy lento. Si no te quieren atender, no te van a atender.
El hotel también tiene un servicio de lancha desde/hacia Cartagena, lo cual es muy conveniente, pero en ambas ocasiones se les olvidó (por error o por ganas de robar, no sé) 1 o 2 de mis maletas por más de que me aseguraron de que todo había sido empacado.