Personalmente me encuentro a gusto con los Ibis Budget, pero este en concreto sólo tiene de Ibis Budget el cartel, porque las instalaciones no se corresponden con las que se encuentran en los demás hoteles de la cadena. No está insonorizado, las puertas son finas y se abren con un sistema vetusto de tarjetas perforadas (si hay suerte, porque una de las habitaciones que me dieron no se abría de ninguna forma salvo con la llave del conserje), no hay lámparas de techo en ninguna habitación, el olor de las habitaciones resulta repugnante (parte de él se debe al tabaco), el estado de mantenimiento es deplorable (interruptores rotos, los botones del ascensor pegados con cinta adhesiva), y la limpieza es casi nula.