Tuve que pasar la noche del 22 noviembre en Moncada por trabajo, estábamos cansados, la habitación muy reconfortable, zona tranquila. Tuve la suerte de poder hablar con Nazaret, la recepcionista. Ella siempre muy amable, una gran sonrisa y dispuesta a resolver atentamente todas nuestras dudas sobre la zona y cómo poder organizarnos con el horario de los trenes y demás. Solo pudimos estar una noche, pero me quedo con el trato recibido por Nazaret.