Lo cogimos como opcióln barata y cercana a la Ciudad de las Artes y las Ciencias y fue lo único realmente bueno. El tamaño de las habitaciones es correcto, pero al ser bungalows de madera es olor es "peculiar".
No hicimos comidas por lo que no podemos opinar sobre el bar/restaurante, pero la recepción fue deficiente por falta de información (por ejemplo, cierran por la noche con un candado con combinación y no nos la dieron por lo que estuvimos 15 minutos esperando en la puerta a que nos abrieran).
No limpian durante la estancia, al menos en las 3 noches que estuvimos.
Los colchones son demasiado blandos y te levantas con dolor de espalda.
En general el estado de conservación es claramente mejorable (ducha con silicona negra y alcachofra estropeada, mosquiteras que no cierran bien, etc.).
Lo único realmente bueno es el precio. Si vas sólo a dormir y no muchos días, una opción a tener en cuenta si buscas ahorrarte unos euros.