Contratamos una suite, quinta planta, era como subir al infierno, al salir del ascensor, era una bofetada d3 calor tremendo, unos 40 grados, que lo provocaban los compresores del acondicionado, quemaba hasta la manivela de la puerta de la habitación. Además del ruido de esos compresores en la habitación, un desastre.