El hostal es súper chulo. Está bien ubicado, justo detrás de la Plaza de España, y bien conectado con estaciones de metro y paradas de autobús. La zona es súper tranquila. Yo estuve en una habitación privada y me encantó. Es pequeña y acogedora, la cama súper cómoda. Te prestan toallas. El desayuno es sencillo, las opciones un poco limitadas, pero el café es muy bueno. Me volvería a hospedar aquí.