A la llegada no fue posible adelantar el check-in, pero nos permitieron guardar las maletas hasta que la habitación estuviera disponible. En general, el alojamiento cumple lo que promete. Específicamente en la habitación, la ducha tenía un escalón, por lo que es un punto a tener en cuenta para quienes tienen movilidad reducida. En la recepción, todos muy amables y buscaron darnos información a medida que pedíamos apoyo. El desayuno bien servido, pero para estancias prolongadas puede volverse repetitivo, de todos modos es bueno y justifica el valor invertido. Queremos resaltar la educación y cordialidad de la funcionaria en la cocina y responsable durante los desayunos, Yaharis (no pudimos anotar su nombre), fue realmente muy atenta y siempre mostraba simpatía.
Recomendamos el hotel y sí, volveríamos a hospedarnos. Muchas gracias.